SEXTO CHAKRA: AGNYA.
Continuando con nuestro viaje a través de los chakras que forman parte de nuestro sistema sutil, nos adentramos ya en el sexto chakra, denominado en sánscrito Agnya chakra. Y llegados a este punto, el salto de consciencia es enorme, ya que nos encontramos a un solo peldaño del ascenso a los cielos del entendimiento.
Este centro es fundamental es el paso definitivo hacia un plus espiritual de conocimiento y entendimiento, y para que kundalini pueda establecernos y elevarnos por encima de este chakra, necesitamos establecer ciertas cualidades en nuestros hábitos.
Este centro es la puerta estrecha que conduce al Reino de los cielos. Jesús mismo simboliza en todo su esplendor esa puerta. Sólo si encontramos la llave podremos traspasarla para adentrarnos en los cielos de la libertad. Jesús nos dio las pautas necesarias para que halláramos esa llave. Nos conminó a establecer el perdón y la misericordia como medio para alzarnos por encima de los karmas o pecados contraídos antaño, en las distintas reencarnaciones.
Por tanto, las cualidades que se establecen cuando kundalini nos eleva a través de este chakra son el perdón y la misericordia, lo que deriva en un estado de consciencia donde los pensamientos y las dudas se desvanecen, quedando atrás como si de una lejana pesadilla se tratara. Se establece entonces la intuición del espíritu que sabe sin conocer, y conoce sin saber. De aquí en adelante la conexión con la Realidad se hará más intensa, de manera que en muchos momentos nos embargue por completo el gozo de un claro atisbo de Luz.
En este chakra se produce un cruce de "caminos", ya que los canales izquierdo y derecho, así como el canal medio del sistema sutil se entrecruzan en este chakra. Y en medio del mísmo, Jesús presidiendo la puerta estrecha que conduce al Padre. Esto se simbolizó físicamente cuando Jesús "murió" sobre la cruz (cruce de canales de energía), para así dejar constancia en todos los distintos estadios de sutileza de que sólo a través suyo podremos alcanzar la gloria de los cielos:
"...Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida Eterna, y pocos son los que la hallan...Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por Mí..."
Muy claro nos dejó Jesús que sólo aceptando la doctrina de la Verdad que el estableció entre todos nosotros de manera majestuosa y brillante, podremos ascender en el Camino espiritual. Esta es la puerta definitiva en el crecimiento del hombre encarnado hacia el paraíso del espíritu liberto. Sólo seremos salvos por la mano de Jesús. La misericordia y el perdón deben ser el salvoconducto que nos conduzcan al Reino de los cielos. ¿Qué hay que nos lo impida?. El buen pastor espera paciente por su rebaño, y no dejará que se pierda una sola de sus ovejas.
Este chakra Agnya controla físicamente la vista, así como los hemisferios derecho e izquierdo de nuestro cerebro. Con la apertura de Agnya, el cerebro se ralentiza para impulsar al espíritu en su reconocimiento. Es en un primer momento que los pensamientos nos abandonan, como hemos visto en otros artículos. A este estado primario en este chakra se le denomina en sánscrito como Nirvichara Samadhi o consciencia sin pensamientos.
Más profundamente, las dudas comenzarán a disolverse, para establecerse el discernimiento como mecanismo intuitivo del discurrir de la Creación, es la consciencia sin dudas o Nirvikalpa Samadhi. Y en ese mágico momento con el perdón y la misericordia en nuestra mochila, además de la inocencia, la sabiduría, el conocimiento puro, la creatividad, la satisfacción, la automaestría, la confianza, el amor, el desapego, la palabra y la dignidad, nos presentamos ante la puerta estrecha.
Estaremos listos para dar el salto, y nuestro salvoconducto hará que Jesús nos conduzca a verdes prados, lejos de la ignorancia y la desidia de la ilusión carnal. Este es el momento que muchos buscan y que pocos encuentran, porque pequeña es la puerta para el hombre, pero grande se vuelve para el espíritu. Jesús es sin duda el Camino que conduce al Reino o Realidad espiritual.
Se comenta mucho sobre las percepciones extrasensoriales que se generan cuando este centro se halla inundado por el calor de kundalini, y así es. Sin embargo, el sabio que alcanza estas latitudes no se regocija en ellas, sólo se abandona a la suerte de su propio autoreconocimiento. Desde luego que no debemos desviar nuestra atención del fin último de este viaje y que no es otro que ascender. Lo que venga por añadidura así sea, pero sin más.
Agnya o sexto chakra, se sitúa en el entrecejo y se percibe de color violeta, y sus vibraciones son de Luz. Es sin duda la luz transmutadora del perdón y la misericordia. Grandes y elevados maestros como Jesús o Saint Germain han descendido entre nosotros en los últimos tiempos para establecer estas vibraciones de luz violeta transmutadora en el inconsciente colectivo.
Sólo nos queda un peldaño, uno más, y mientras, nuestra Madre sigue alimentando nuestro espíritu con el fuego del reconocimiento y la elevación de la consciencia...¡que hermosa dicha nos espera!, pues Madre e Hijo se han reencontrado para, juntos y de la mano, ascender hasta el Padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Haz aquí tu comentario