En capítulos anteriores hemos reseñado la importancia que tiene el aspecto de la "Madre" o Kundalini como energía dinamizante de nuestro crecimiento espiritual a lo largo del extenso periplo evolutivo. Así, nuestra madre kundalini nos arropa brindándonos el impulso necesario para que encaucemos nuestro camino de crecimiento espiritual.
Los distintos avatares que han encarnado en La Tierra, han venido acompañados, como no podía ser de otra manera, por esta manifestación vibratoria de la Madre que nos consuela y alienta en todo momento en nuestro camino hacia el encuentro del Padre Creador.
María, madre de Jesús es uno de estos casos en los que la energía divina Kundalini toma forma humana con la finalidad de acompañar al gran avatar Jesús en su misión espiritual en este mundo de ilusiones.
Aquí les dejo una canalización de nuestra Madre...
"Hijos míos..., venga la paz a su encuentro... Tomad consciencia de lo hermoso que es todo lo que os proporciona el aliento vital para que seáis capaces de emprender el camino que estiméis oportuno".
"La vida que padecéis en La Tierra es necesaria para que vuestra precaria situación espiritual encuentre el alivio necesario para seguir el camino dispuesto. Sufrís, pero yo estoy aquí para consolaros y insuflaros el aliento que vuestro espíritu ansía".
"El que sufre es porque aún no entiende. El que busca consuelo es porque aún no me conoce. El que lucha es porque aún no anda el Camino dispuesto. Hijos míos, tomad consciencia de quienes sois para así poder obrar en consecuencia".
"Estoy en vuestro interior como compañera sin ser reconocida por estar ausentes de la Realidad de vuestra propia existencia espiritual. Mas el tiempo está próximo para aquellos que se rindan a su propia naturaleza".
"Dondequiera que establezcáis vuestra atención, ahí os acompañaré para seguir insuflando la energía que acreciente el despertar de vuestra consciencia".
"No me veis pero estoy aquí, no me escucháis pero os hablo cada día. Mas para verme y escucharme sólo es necesario que la quietud sea la muleta sobre la que os apoyéis cada día".
"Quien muestra misericordia consigo mismo y con el resto de sus hermanos, está en el camino o cerca del mismo, y mi presencia le será regalada a su espíritu por entre las espesas ilusiones de este mundo carnal".
"Todos sois mis hijos y Yo Soy la Madre que os reconforta y aquieta. La Creación se moviliza por amor, y Yo Soy el amor que habita en vuestro interior para no abandonaros jamás".
"Si me reconocierais más allá de cualquier imagen idealizada, seríais conscientes de que espero que me prestéis interiormente la debida atención a través de la contemplación, para poder conduciros por el camino que conduce al Padre y a la libertad".
"Mientras, os consolaré, os arroparé, os abrazaré, os amaré siempre..."