Los trabajadores o sanadores de la Luz, y en directa contraposición a los brujos del lado oscuro como ya vimos en el anterior artículo, son la extensión en este plano de poderes mucho más elevados.
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Son hermanos espirituales que utilizan sus facultades mediúmnicas para que a través suyo fluyan las energías de entidades mucho más elevadas que entran en sintonía con éste. Son canales por los que puede fluir la Luz.
El trabajo que desempeñan es de capital importancia en estos tiempos que discurren entre la decadencia afectiva y el derrotismo generalizado. Son tiempos donde la oscuridad encuentra para establecerse un caldo de cultivo óptimo. Proliferan por doquier las sectas y las tendencias de muy bajo calado moral. En definitiva, lo que prima es el yo egoísta y arrogante de una civilización que agoniza en la desidia.
Por todo ello, que ahora aquellos que cuenten con facultades para el trabajo espiritual, deben entregarse en cuerpo y alma a tales fines de limpieza y reequilibrio de los desvíos establecidos.
La Creación los ha dispuesto para que ayuden a sus hermanos. A aquellos que están encarnados y sufren dolencias condicionadas por afectaciones espirituales o demoníacas.
En estos casos el hermano espiritual trabaja primero estableciendo un diagnóstico, y si resuelve que hay algún ser entorpecido afectando al individuo, entonces pondrá su atención en éste, y lo conminará a despertar de su engaño.
Puede que este ser entorpecido sea víctima (como hemos tratado anteriormente) de vivir en una falsa realidad que le condiciona y mantiene en el error. Siendo así, el hermano intentará razonar con él con todo el amor del mundo para que entienda y comprenda el error en el que vive esclavizado. Acabará tomando consciencia y con ello la luz de la libertad y el paso al otro plano.
También puede ocurrir que el entorpecido esté demasiado ofuscado y oscurecido como para tomar la luz inmediatamente, con lo que se requerirá de la ayuda de seres de luz, que suelen trabajar con el hermano para disolver tales entorpecimientos. Al tiempo, la oración, así como el trabajo sobre los centros de energía del individuo afectado serán de enorme importancia para el éxito del trabajo.
Existen casos más complicados, en los que existen demonios asociados al individuo a tratar. La afectación es importante, y requiere de un talento especial para enfrentarla. La fe, así como la determinación del hermano espiritual, permitirán que poderes excelsos obren a través suyo. En determinados casos el trabajo habrá de repetirse hasta que quede disuelto el mal por completo.
El hermano conoce aconsejado sabiamente por seres elevados del poder de determinadas hierbas, así como de perfumes que suelen resultar desagradables para los pestilentes demonios. Estos métodos absolutamente contrastados en cuanto a su eficacia, y doy fe de ello, los trataremos en el próximo artículo.
Hemos visto que allá donde opere el mal, siempre tendremos la ayuda de la Luz que por diversos medios se abrirá camino hasta el oprimido. Por esto debemos prodigarnos en el ejercicio de la moderación y el bien común para tener la intuición necesaria para percatarnos de la dirección de tales ayudas.
El verdadero trabajador de la Luz no se atribuye mérito alguno, puesto que poderes elevados son los que obran a través suyo. Nadie tiene poder por si mísmo, es el Padre el que le faculta para tales menesteres. Así me vienen al recuerdo unas sabias palabras de un hermano espiritual que trabajó toda su vida por amor a los demás, y sin esperar nada a cambio, decía tal que así..."las cosas de Dios ni se compran ni se venden". O también las célebres palabras de Jesús..."dadle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios".
De todo esto se deduce que hay diversos trabajadores de la Luz, pero no se dejen engañar por aquellos que le pidan un pago a cambio de este tipo de trabajos. Puesto que nunca será atribuíble a su persona el resultado del mísmo.
Dios siempre provee a aquellos que prestan su cuerpo y su vida al servicio de la Luz. Hay mucha oscuridad en estos tiempos, y requiere del compromiso de unos pocos para salvar a muchos.
Es importante que el trabajador espiritual dedique tiempo al ejercicio de la meditación, pues con ello se abonará al equilibrio necesario para enfrentar tales situaciones. De manera que podrá canalizar espíritus de más alto calado y tener así mayor consciencia para tomar determinaciones en los asuntos que se le planteen.
Como ven el equilibrio es patente en toda la Creación...