Valle del Cercado en Anaga (Tenerife) |
Que hermosa es la vida cuando se encuentra el equilibrio suficiente como para poder interpretarla y, sin embargo, que angustiosa y problemática se manifiesta ante los ojos de aquellos que aún permanecen ciegos a la Realidad de la Creación y de sus armónicos movimientos energéticos.
Todo depende del punto de vista vibratorio desde el que se observa la vida, así para aquellos seres elevados ausentes de carne, ésta cobra un nuevo sentido que escapa al intelecto de la mayor parte de la humanidad encarnada que aún se mueve en el horizonte mental.
Con la observación desinteresada y espontánea, el aprendiz se sumerge en un nuevo conocimiento vital, que no es otro que el descubrimiento de los variopintos intercambios vibratorios a los que todos los seres de la Creación nos vemos sumidos. Nada ni nadie escapa al intercambio vibratorio que busca pulir nuestras impurezas. La Creación se moviliza por causa de la evolución.
Sabio es aquel que despierta de la ignorancia del letargo mental para liberarse y por ende entender el comportamiento de las energías de su espíritu encarnado o desencarnado. Ha aprendido a ser paciente, a observar y a no reaccionar ante estímulo alguno.
Cuando el sabio permanece en este estado de consciencia sin pensamientos, establece que no hay más maestro que aquel que nace de la entrega y la rendición a la majestuosidad del espíritu que se refleja de igual manera en él que en todos sus hermanos. Entiende por fin, que nada hay que le distinga del resto, pues hasta ahora lo que veía de mal en el resto de sus hermanos no era sino la confirmación de sus propias debilidades internas.
El sabio observa y ve en otros lo que hay en sí mismo, luego se ama para amar a sus hermanos y ama a sus hermanos para amarse a sí mismo. Alcanza la automaestría en el entendimiento de la Verdad, y ésta le alcanza para no abandonarle jamás. El Maestro asciende entre la espesura vibratoria para ser fuente de sabiduría y luz, y su puerta permanece abierta para siempre.
Muchos continúan buscando pero sólo unos pocos encuentran, y esto es debido a que el intelecto y las liturgias adormecen al espíritu por causa de las emociones y la mente. Entender es cesar, amar es aceptar...
Muchos Maestros muestran al mundo el Camino sin llamar la atención para sí mismos y sin esperar rédito alguno por las obras que desarrollen. Esto se entiende porque la puerta de su espíritu está abierta al paso de corrientes vibratorias de luz, que serán siempre las apropiadas para impulsar movimientos de crecimiento en la humanidad.
No piense usted sobre ello, sólo contemple observándose a usted mismo. No reaccione y abandónese porque este es el Camino que conduce a la Libertad. Parecerá estar lejos a efectos mentales y emocionales, pero la Verdad es que estará más cerca de sí mismo y del Creador.
No busque maestro alguno que le guíe, pues si practica la meditación contemplativa, se muestra firme y comedido en sus actos y hábitos, y se entrega, el Maestro le saldrá al paso para mostrarle aquello de lo que usted adolece para liberarse. Tenga fe...