Tras los prolegómenos hipnóticos, procedamos a escrutar el contenido...
Estoy en la casa de mis padres y veo a un hombre sentado sobre el escritorio de mi dormitorio, la luz está apagada y estoy acostado en la cama. Viste traje azul marino y sombrero de alguna época pasada. Me comenta...
"Mi nombre es José Gregorio y siempre estoy cerca de ti ayudándote y protegiéndote. Debes ir creciendo espiritualmente para que yo pueda sanar a otros a través tuyo. Sé paciente y constante. No busques conocimientos ni enseñanzas de maestros, sólo abre el corazón y deja a un lado la mente para que la luz se apodere de ti, siendo entonces cuando los conocimientos se manifiesten sin estudio previo de los mismos.
Los tiempos que vienen son duros, son tiempos para que hayan seres despiertos prestos a ayudar y a consolar a los que están perdidos y son manipulados. Existen malentendidos y falsas expectativas así como diversas preocupaciones. El hombre se preocupa en vez de ocuparse ya que la Tierra vive en estado de shock. Y esto desembocará en un cambio doloroso pero necesario.
Cambio donde unos pocos entre muchos alcanzarán la dicha y verán un renacer a una nueva era. Esto ha sido anunciado anteriormente y los tiempos tocan a su fin. No a un fin catastrófico como se espera, sino al fin de una era y al comienzo de una nueva con renovados valores. El mundo tal cual funciona ahora mismo no es correcto, debe haber una profunda limpieza donde la justicia impere como bandera.
Fui doctor en mi última existencia carnal y tras fallecer he pasado a labores más elevadas. Labores de guía espiritual para ti. No espero veneración ni pleitesía, sino que me tomes como un hermano que estará junto a ti brindándote apoyo y consejo.
La Verdad es patrimonio de todos por igual. En la nueva era todos serán tratados por igual. Reinará el respetuo mutuo entre todos los seres. Y aquellos que no estén capacitados evolutivamente para llevar esto a cabo en sus vidas, no seguirán en las mísmas.
Habrá cambios, cataclismos diversos en el planeta, pero no cataclismos que acaben globalmente con la vida, sino en zonas concretas del globo. Serán como los dolores del parto antes del alumbramiento. Sin embargo, estos se olvidan cuando una nueva vida se manifiesta. Ahora mismo estamos en medio de esos dolores y el parto se avecina. Los acontecimientos se irán sucediendo cada vez con más rapidez. Este año mismo todo se desencadenará.
Son muchos como yo los que están preparados y movilizados a vuestro lado para este momento trascendental en este plano, que interfiere directamente con otros planos más elevados.
Tendemos una mano para ayudar a este planeta que va a parir. Nuestra finalidad es ayudar en este parto tirando de la criatura. Criatura que habrá de ser de amor, entendimiento, paz y, sobre todo, de justicia.
Son muchos los seres de luz que de distintos planos y latitudes convergen aquí y ahora para ayudar a dar ese paso trascendental. Porque igualmente son numerosos en el lado oscuro interfiriendo negativamente para que esto no se lleve a cabo...".
Estoy viendo a mi amigo Horacio González que ya fallecío y que fue mi gran maestro. Lo veo lleno de luz y una enorme sonrisa adorna su rostro. Se dirige a mí diciéndome...
"Ten fe y estate tranquilo que lo que tenga que ser será. Somos muchos a tu lado, y en este momento nos presentamos como miles de espíritus de luz.
Debes ser canal de conocimiento y transmitir desde el corazón. No temas por lo que digan los demás, siempre y cuando salga del corazón y sea dispuesto por nosotros.
La insidia es el bien común de estos tiempos en la Tierra, pero la justicia habrá de imperar en breve. Los privilegios habrán de disolverse, de manera que el hombre vea al prójimo como igual".
Veo a uno con más luz que el resto. La luz es cegadora pero reconfortante, pero no atisbo forma alguna.
Ahora va tomando forma. Es de un hermoso porte y se acerca a mi con sus brazos extendidos y las palmas hacia mi. Se dirige inicialmente a Luis Sánchez (el terapeuta)...
"Abre tu corazón y deja a un lado todo aquello que sepas o esperes saber, y permite que el río de la Verdad fluya a través tuyo. Que tu voz sea el altavoz de tu corazón. Yo Soy la Verdad y la Vida y todo aquel que crea en mi y me sigua nada ha de temer. Bienaventurados sois porque me escucháis, mas bienaveturados serán aquellos que por vuestros labios escuchen mis palabras.
Son tiempos éstos de recogimiento y entendimiento para el espíritu. Aquellos que os rodean buscan ansiosos un trocito de la Verdad que yo represento. Dad pues a aquellos desconsolados que vagan sin rumbo alrededor vuestro ansiosos de mí.
Meditad en el silencio, ahondad en la luz y yo os digo que el conocimiento se apoderará de vosotros. Reconoceos a vosotros mismos y con esto seréis capaces de reconocer a aquellos que os rodean.
Respetaos y por ende respetad al prójimo. Amaos como yo os amo. Pobres sois más otros mas pobres que vosotros habitan en este planeta. Con el tiempo ascenderéis y alcanzaréis la dicha de la luz.
Quien busca en verdad que me encuentra porque Yo Soy el que Soy en vosotros. Yo Soy la Verdad y el Camino y es que a través mío hallaréis respuesta a todo lo que os planteéis. La esperanza ha de manifestarse en estos tiempos de desdicha, pues son muchos los que suplican por la misma. Abrid vuestros corazones y dejad que habite en ellos como una llama eterna e imperecedera.
Los tiempos que discurren son duros, mas los tiempos que vendrán serán de júbilo y regocijo. No temáis por el futuro, ocupaos en este momento por aquello que realmente es importante. Y esto es ¿que sois y para qué sois?
Cuando os reconozcais ya no buscaréis nada pues todo se os dará por añadidura. Yo estoy en vosotros y Soy la Verdad y la Luz. Y si me halláis en vosotros os habréis reconocido, y ya nada se os escapará al entendimiento.
Estuve entre vosotros como Jesús y di mi vida para que tomarais conocimiento de la existencia espiritual. Por amor estuve entre vosotros y por amor que vivo para vosotros. En estos tiempos manifestaré mi palabra, mas no en carne sino en espíritu. Muchos manifestarán la Verdad mostrándose al mundo.
Es tiempo de luz, es tiempo para la verdad. La palabra es vida, respetadla porque es poder. Y os digo que si tuvierais fe, le diríais a una montaña que se moviera de aquí para allá, y esta lo haría. Los límites los marca vuestra mente mas para el espíritu ¿que límite habría?.
Abrid vuestros corazones os digo para que yo habite en ellos sin merma alguna y la luz os abrigue.
Quedad en paz".
Veo una escalera de luz en medio de la nada por la que van ascendiendo miles de seres de luz que estaban alrededor nuestro. La luz inunda toda la habitación de manera que no puedo distinguir otra cosa que no sea ésta...
