A la hora de realizar un trabajo de limpieza espiritual, hemos visto anteriormente que existen ciertos seres de luz cuyas poderosas vibraciones sirven de ayuda para que distintos maestros trabajadores de la luz, conocedores de sus poderosas energías, puedan emprender con éxito determinados trabajos.
Estos hermanos poseedores de inmensas y poderosas vibraciones deben ser invocados, en mayor medida exteriormente como si de un agente externo se tratara por maestros incipientes en lo espiritual. Pero para unos pocos avezados que han alcanzado la dicha de la quietud mental, la llamada se produce en la quietud de su propia ser. Es el momento en que la vibración encuentra reflejo en nuestro interior y somos nosotros mismos canalizadores de su poderosa energía. Ya no es un agente externo, sino que esa vibración entra a formar parte de la nuestra, con lo que el resultado se magnifica exponencialmente.
Estos seres de luz, poderosos guerreros al servicio de la justicia divina, desempeñan un papel fundamental para el restablecimiento de la paz previa transgresión de la misma. Así, Miguel, Zadquiel, Jaumiel y Anaquiel nos brindan sus cualidades divinas para que las tomemos para el establecimiento de la Verdad.
Existen otros poderosos seres de luz que siguen el trabajo posteriormente al desempeñado por los anteriormente mencionados. Sin embargo, estos están más allá de cualquier aspecto mental, con lo que llamarlos de nada serviría, puesto que para acceder a sus vibraciones se hace absolutamente necesaria una práctica meditativa previa que nos dote de la suficiente quietud mental como para que nuestro estado vibratorio puede albergar sus mágicas presencias.
En primer lugar, y siempre tras los cuatro seres de luz anteriormente vistos, vamos a tratar a Yeshuda. Así, les dejo sus palabras:
"Que las apariencias se disuelvan para ser revelada la Verdad."
"Que nada ni nadie quede oculto o disfrazado, pues Yo Soy la visión perfecta de la Realidad".
"Que las apariencias den paso a la Verdad."
"Yo Soy la revelación".
"Llamadme a vuestro espíritu con el único fin de producir justicia en vuestras observaciones, pues tras la disolución de las vibraciones de oscuridad es el momento de establecer una observación nítida de la Creación".
"Yeshuda está a vuestro servicio como hermano de luz que os brindará la puerta de acceso a estados vibratorios excelsos por entre las apariencias que os confundían y mantenían en la incertidumbre y el error".
"Soy revelado a aquellos que se han encontrado entre la espesura de la confusión carnal. Para estos ya nada será igual en lo que a sus observaciones se refiere, pues tras de mí la venda caerá de vuestros ojos para siempre".
"Mi presencia en vosotros os dotará de la lucidez necesaria para interpretar lo que acontece, siendo entonces conscientes, cada uno de ustedes, de su papel en la Creación".
"Yo Soy la vibración perfecta en cada uno de vosotros y en cualquier situación que se os plantee en un momento dado de vuestras vidas carnales ausentes de mente".