Vistas de página en total

domingo, 8 de enero de 2012

EL CAMINO MEDIO

 
   Dada la explicación que les he dado sobre el funcionamiento del sistema sutil, vamos a empezar poniendo especial atención en el canal medio de este sistema (ver anterior artículo). Puesto que es el camino del equilibrio y el que todo buscador espiritual debe cultivar para su progresión y evolución. Este es el camino del que habló Buda. El camino que buscó con ahínco durante toda su vida y que tras someterse a todo tipo de doctrinas y maestros, que le dejaban por completo insatisfecho en la búsqueda de la respuesta a todo lo creado, entendió que ningún maestro podría mostrarle tal respuesta.
  Finalmente, en un acto de entrega, se sentó a la sombra de un árbol y se abandonó a la práctica de la meditación contemplativa. Y así estableció su atención en el camino medio, que es el camino de la moderación que supone la huida de los extremos. Es decir, ya su atención no estaría en los canales izquierdo y derecho, en el ying y el yang, en la mente y las emociones. Resolvió escapar a este dominio pendular que nos somete y esclaviza y que no nos permite percibir la Realidad en toda su esencia.
  Así fue como Buda adquirió consciencia de sí mismo y de todo lo que le rodeaba. Venció al control de la mente y de las emociones. Pero no luchando contra ellas, ya que al fuego no se le puede vencer con más fuego. La clave reside en la entrega, en la contemplación sin respuesta a los estímulos a los que nos someten la mente y el cuerpo.
  De esta manera Buda despertó la energía Kundalini que se encontraba en estado latente y la invitó a través de su entrega y amor a estimular los distintos chakras. Con este despertar fue adquiriendo las cualidades divinas de los mísmos y encontrando nuevos niveles de consciencia. Cuando todos sus centros de energía habían sido completa y absolutamente estimulados por la Kundalini alcanzó la Iluminación espiritual, o lo que es lo mismo adquirió consciencia de su propia divinidad y escapó para siempre de los extremos.
   Indudablemente este es el camino que todos debemos seguir. No es un camino sencillo, desde luego que no, pero en lo más profundo de nuestro ser esta semilla espera que la reguemos con nuestra atención para florecer y conducirnos, como a Buda, a la liberación.
   Debemos tener presente nuestras propias limitaciones en cuanto a desarrollo espiritual, y con esto me refiero a los más que seguros bloqueos de nuestros chakras.
   ¿A qué se deben estos bloqueos?. Para responder a esta cuestión debemos saber que en nuestras diferentes encarnaciones vamos adquiriendo una personalidad, y que no es otra cosa que el reflejo de la energía de estos chakras. En estos centros se acumulan todas nuestras vivencias, todos nuestros karmas.
   Esta energía de nuestro sistema sutil, es decir, la que componen chakras y canales energéticos es nuestra huella espiritual, la que define nuestra personalidad y la que nos llevamos con nosotros luego de abandonar el plano físico. Es como nuestro equipaje, el cual hemos de ir puliendo con la experiencia.
  Debemos por tanto tener presente que el estado de este sistema en este momento es el resultado de un largo peregrinaje de nuestro ser. Así es más fácil entender desde la globalidad por qué una zona u órgano de nuestro cuerpo enferma sin que parezca haber una causa plausible.
   La enfermedad física es el reflejo más grosero del bloqueo de estos centros de energía. Y como ya he comentado, es posible que tratemos estos chakras a distintos niveles de sutilidad con el fin de disolver el bloqueo energético y con ello erradicar la enfermedad.
   Como ya vimos, la mayoría de nosotros se mueve por los impulsos energéticos de este sistema sutil. Pongamos un ejermplo:
   Imaginemos a una persona que tiene mucha actividad mental, que siempre está pensando en el futuro, que está siempre estresada. Pues bien, esta persona actúa por impulsos de su canal derecho. Si este canal se sobrecalienta y dado que este canal termina en el hemisferio izquierdo del cerebro, será entronces un individuo con un gran ego.
   Por el contrario si el individuo está siempre pensando en el pasado, en lo que fue, siente culpabilidad y está aletargado, esto es resultado de un canal izquierdo preponderante. Como la naturaleza del mismo es una energía fría, cuando este se enfría en exceso y dado que termina su recorrido en el hemisferio derecho, producirá un individuo con un gran superego.
   Si analizamos nuestra vida vemos que en determinados momentos nos mostramos eufóricos, para luego pasar a la depresión, y de ésta a la euforia de nuevo, en un bucle inacabable. Es como un péndulo que nos lleva de un extremos a otro, pues cuando un canal se sobrecarga en exceso se desinfla pasando parte de esta energía al otro. Esto se debe a que ambos canales izquierdo y derecho se entrecruzan a la altura del sexto chakra. Este es un mecanismo de autodefensa de nuestro sistema sutil.
   Cultivemos las cualidades de los siete chakras y busquemos algún momento durante el día para practicar la meditación contemplativa...
   

  

1 comentario:

  1. ...gran consejo para todos..deberiamos buscar algun momento del dia para dejar nuestro estres diario y meditar y contemplar mas alla de las necesidades fisicas y economicas que nos rodean...

    ResponderEliminar

Haz aquí tu comentario