TERCER CHAKRA: MANIPURA - SATISFACCIÓN, FELICIDAD, EQUILIBRIO Y AUTOMAESTRÍA.

•    TERCER CHAKRA: MANIPURA.

   Continuando con el recorrido de los distintos chakras en sentido ascendente, que por otro lado es el sendero que recorre kundalini cuando despierta de su letargo y nos conduce hacia metas más elevadas en la comprensión de la Realidad, vamos a centrarnos en el tercer chakra, también denominado en sánscrito como Manipura.

   Este chakra se sitúa a nivel físico a la altura del plexo solar, e interviene directamente en el funcionamiento de diversos órganos, como son: parte superior del hígado, estómago, páncreas y bazo.

   Las cualidades que se manifiestan cuando este centro energético está en buen estado, son la satisfacción, la armonía y la paz que se deriva de éstas. Se produce entonces en el espíritu un estado de reflexión constante que se manifiesta de forma espontánea. Cuando estas cualidades se establecen en nosotros, la vida cobra un nuevo sentido, y sin saber como, estamos felices y satisfechos de nuestra existencia.

   Los bloqueos energéticos de este centro, producen principalmente afecciones que dificultan el establecimiento del equilibrio físico, mental y espiritual. Este chakra es el responsable de que se establezca un equilibrio genérico a nivel vibratorio en nuestro ser. Los problemas físicos derivados de un desequilibrio en este centro son de diversa índole, como por ejemplo la diabetes, la tensión sanguínea, problemas de digestión, úlceras gástricas...

   Igualmente a nivel mental, este centro se bloquea ante conductas de preocupaciones económicas, donde se produce irritabilidad en el sujeto que vive apegado a lo material aún sin tenerlo. Esto conlleva un importante foco de insatisfacción que nos limitará en nuestro camino de ascenso.

   Hemos de asumir que para crecer, debemos tener la fe suficiente para rendirnos al Padre y dejar que éste nos de aquello que necesitemos en cada momento. Despreocupémonos de los problemas económicos, dejemos hacer sin más. Cuanto más atención pongamos en la economía, más atados estaremos ante la opulencia o la escasez.

   El gran maestro Lao Tse nos deja perlas al respecto de este asunto...

   "...Si quieres conservar un bien, añadiéndole más y más, malgastas tu energía. La espada que se afila sin cesar no consevará su filo mucho tiempo. Una sala llena de oro y jade no podrá ser protegida eternamente. Quien se enorgullece de sus riquezas y méritos atrae sobre sí la desgracia. Retirarse una vez acabada la obra, he ahí el Tao del cielo..."

   El individuo que presenta este chakra en estado óptimo permite que un gran caudal de kundalini lo atraviese estableciendo en él un estado de satisfacción y paz que provoquen un frenesí de felicidad espiritual. Seremos felices y la despreocupación traerá consigo el equilibrio necesario para que podamos ahondar en metas más profundas.

   Este es el tercer escalón que ineludiblemente nos preparará para metas más profundas. El sabio ocupa su atención en procurarse un buen Manipura chakra, con el fin de establecer el equilibrio en su organismo, en su mente y por encima de todo, en su espíritu. A través de este equilibrio establecido, el sabio practicante, se torna en maestro, pero no en un maestro que adquiera conocimientos por otras fuentes. ¡No!, nos embarga la automaestría del espíritu.

   Desde la despreocupación viene la satisfacción; de ésta surge la felicidad; de la felicidad se manifiesta la paz del espíritu; a través de la paz llega el equilibrio; con el equilibrio nos volvemos reflexivos; y con la reflexión se establece la automaestría. 

   No perdamos el tiempo y meditemos para encontrar soluciones a los bloqueos energéticos de este centro, y actuar en consecuencia para alcanzar el equilibrio del mísmo. Como ocurría en el anterior chakra, la alimentación es fundamental para mantener cierto equilibrio energético en este centro. Comamos en la justa medida, sin apegos alimenticios. Comamos por necesidad orgánica, y no para satisfacer nuestros apetitos. El deseo irrefrenable es el peor enemigo de este chakra. La codicia, la avaricia, la gula, son sin duda piedras en el camino que deberemos sortear para alcanzar la felicidad.

   Este chakra se manifiesta con un color amarillo, y el elemento con el que guarda relación es el fuego. Es bueno que nos sentemos ante una hoguera y fijemos nuestra atención en ella, para que así se vayan disolviendo todos aquellos deseos que condicionen el equilibrio de nuestro ser. Por otro lado, aquellos que padezcan de un biorritmo orgánico demasiado acelerado, es decir, que sean propensos a la ansiedad y a la sobre excitación mental y que vivan apegados a las relaciones familiares desde el control, deben evitar el fuego y darse baños de agua fría que enfríen el hígado.

   Pero para aquellos que sientan apegos desde el miedo a perder una relación afectiva de pareja o familiar, así como vivir atemorizados ante la incertidumbre de su economía, lo que les conduce a una situación de fragilidad vital, en este caso sin duda, que la proximidad a las llamas del fuego les será de inmensa ayuda.
En este caso, cuando meditemos podemos ayudarnos de una pequeña hoguera, o en su defecto, de una vela encendida que pondremos cerca de nuestro canal energético izquierdo.

   Recordemos que estos tres primeros chakras son vitales para dar un salto hacia el reconocimiento definitivo de nuestro espíritu. La Realidad comienza a manifestarse como certera ante el establecimiento de cualidades tales como la Inocencia, la Creatividad y la Satisfacción. Meditemos y trabajemos sobre ello...