Acción y reacción dan forma a la ilusión de este mundo
Playa de Benijo en Tenerife (Islas Canarias), España |
La mayor parte de la humanidad encarnada busca incesantemente nuevos horizontes de entendimiento que den sentido a sus vidas, a sus sufrimientos, a sus miserias. ¿Quíén en un momento de desasosiego o amargura se conforma con el mismo?, ¿y no es en estos casos que, aún negando hasta ahora otras posibilidades, se pide o se busca ayuda en otras esferas más excelsas?.
Lo cierto es que todos los espíritus encarnados guardan dentro de sí la certeza de la Verdad, el motivo de sus penurias, de sus alegrías, en definitiva, de todo aquello que acontece. Tenga usted por cierto que lo que es hoy es justamente el resultado de lo que obró antaño, y no le quepa la menor duda de que es lo que necesita para crecer.
Se hace necesaria una profunda reflexión meditativa para socavar la Verdad que se encuentra oculta para la mayoría que aún se mueve a niveles físicos, mentales o emocionales. Sólo el espíritu puede reconocer al espíritu, pues por su sutileza vibratoria no es perceptible para la mente o los sentidos físicos.
Por esto, debemos ser conscientes del conjunto vibratorio que representamos en este mundo, donde cada individuo cuenta con su naturaleza cierta e imperecedera que es el espíritu, y una naturaleza absolutamente perecedera compuesta por mente y cuerpo físico. Hasta que no se acepte esta única Realidad, la vida será un vaivén de alegrías y tristezas, bondades y maldades...
Mientras vivamos sometidos al rigor de lo que la mente paute, la Verdad como tal permanecerá oculta a ojos tan limitados, pero si por el contrario nos sumergimos en la templanza que se deriva de un acto contemplativo ausente de reacciones, entonces el horizonte se ampliará para dotarnos de ojos que reconozcan los por qués de lo que acontece en Realidad.
Todas las debilidades tienen un fundamente mental, ya que todo pensamiento produce una reacción emocional, y esta a su vez alimenta nuevos pensamientos que motivan nuestros actos, lo que se deriva en un círculo vicioso del que es muy difícil salir. Este es básicamente el pequeño universo en el que se mueve todo este mundo.
Sin embargo, desde otras esferas más excelsas se nos conmina a discernir entre las apariencias de este círculo vicioso y la Realidad del espíritu que está por encima del mismo. Pero tengamos bien presente que el espíritu que despierta del sueño de este mundo, siendo consciente del mismo, no se ausenta de éste, sino que por amor se sumerge en él para con sus conocimientos movilizar tendencias vibratorias que apunten a la Verdad.
Sí, es cierto que el Maestro que ha despertado para conocer la Verdad, entiende que la misma no es patrimonio suyo, sino que le ha sido revelada con un propósito. ¿Y se preguntará usted con qué propósito?. Lo cierto es que el que despierta tras el silencio mental y por consiguiente emocional, queda desligado del círculo vicioso de este mundo, luego sus actos no serán reflejo del mismo, sino de vibraciones espirituales producto de otras esferas ajenas a este mundo.
El Maestro conoce el Camino, no por un pensamiento, emoción, acción o estudio alguno, sino por su abstracción y silencio. No piensa pero conoce, no siente pero entiende, no estudia pero sabe. ¿Cuál es el secreto?. El secreto es que no hay tal, que todo espíritu lleva impresa la Verdad, y que sólo es motivo de ser revelada, la meditación contemplativa, la entrega y el amor absolutamente desinteresados.
Llegados a este punto...¿A qué espera?...