Todo es energía, nada nos es esquivo en Realidad...
"Hermanos, ahondando más aún en la Verdad vibratoria que subyace en todo aquello que damos por sentado, no cabe más que cerrar los ojos, los oídos y la boca para comenzar a dar forma al universo vibratorio en el que tomamos parte".
"Cuando nuestro estado evolutivo comienza a percibir signos de incoherencia en "verdades" que hasta ahora nos eran válidas, cuando sin saber cómo ni por qué parece que nada nos satisface, de manera que nos encontramos solos, donde nadie nos comprende, es entonces, que la energía de nuestro Ser comienza a emitir vibraciones que sintonizan con otras pliegues de consciencia o realidad".
"Ni antes éramos tontos ni ahora somos más listos, lo que ocurre es que fruto de la evolución de nuestro espíritu, el conjunto vibratorio de nuestro Ser sintoniza con otros universos de consciencia. Nada más, esto es todo. Nada hay de especial o extraordinario con respecto al resto de nuestros hermanos que aún permanecen ignorantes de estas realidades".
"Con el despertar de la consciencia se abren ante nosotros nuevos horizontes de Realidad que nos permiten experimentar aspectos más profundos y sutiles de todo lo que somos y de cuanto nos rodea. En definitiva, en los primeros instantes sentimos que no encajamos, que nuestra vida va a la deriva, pero esto es sólo el principio".
"Comenzamos a sentir necesidad de leer, de aprender, de buscar un plus que llene ese extraño vacío que nos ahoga por momentos. Con el tiempo el desajuste busca desesperadamente equilibrio de aquí y de allá, pero sólo será cuando abandonemos la búsqueda que encontraremos la Verdad al misterio de la vida".
"Con la meditación contemplativa, las vibraciones desbocadas y desequilibradas de nuestro Ser comienzan a postular lo que somos y para qué somos. Cada uno de nosotros irá tomando consciencia de su estatus evolutivo dentro de un Todo vibratorio que nos abraza cuando observamos desde una óptica más profunda y consecuente".
"Podremos con la práctica y el tiempo abrazar interpretaciones más profundas de la Verdad, iremos desmenuzando distintos horizontes de Realidad como si de piel de cebolla se tratara, capa a capa nuestra concepción de lo que somos dentro de un Todo indivisible irá tomando nuevo sentido. De hecho, en nada nos parecemos a lo que fuimos ayer, aunque aparentemente lo pareciera".
"Más profundamente veremos que somos un fiel reflejo de todo lo que nos rodea, que lo que hay dentro se refleja fuera y viceversa. Somos parte del Todo, y el camino finaliza cuando seamos el Todo, es decir, cuando nuestra consciencia en nada se distinga de la del Todo, o lo que es lo mismo, habremos llegado a la última capa de consciencia de esa cebolla que simbolizan los infinitos pliegues de Realidad".
"Todo es energía vibratoria, somos energía que se mueve y transforma fruto de los continuos intercambios que se producen en cada momento de nuestra existencia en este y en otros planos. El Ser es mucho más que la apariencia de carne y mente, pues somos un pequeño universo de consciencia que vive, en la mayoría de los casos, aún ausente de la Realidad en sí misma".
"No seamos estrechos de miras, no nos encerremos al margen de las energías que nos rodean y de las que nuestro Ser forma parte indivisible. Incluso de aquellos cuyas acciones nos son despreciables y hasta abominables nos son cercanos por ser parte de un Todo energético indivisible y en continua transformación. Juzgar las apariencias desde la estrechez es sinónimo casi ineludible de error y, sin embargo, sigue siendo pieza de un sincronismo perfecto".
"Poco queda por decir, y si mucho por ahondar. Para que perder el tiempo con palabras que a la mente le son esquivas, sumerjámonos en la quietud para que las pieles de la cebolla vayan cayendo una tras otra brindándos Realidades cada vez más certeras del Todo".
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