Pasan los días y la pesadumbre y la nostalgia se apoderan de aquellos que son presa de la vivencia carnal, siendo ajenos por completo a la Realidad que subyace en todo. Las energías que ahora mismo predominan sobre el planeta son vibraciones de un alto calado vibratorio que indudablemente nos impulsan a un cambio, es decir, a una alteración de nuestras propias energías internas.
Sin embargo, son muchos a lo largo del planeta que se dejan llevar por las apariencias de un mundo que se ve avocado al caos económico y financiero, así como a un crecimiento preocupante de las desigualdades sociales. Pero no nos dejemos engañar porque esto no obedece a Realidad alguna. Sólo son apariencias que intentan confundirnos, alejarnos, ofuscarnos, para que nuestra consciencia de cambio se vea alterada.
El cambio se ha presentado ante nosotros para que nos sumemos al mismo, ¿pero qué sucede?, pues que muchos buscan con ahínco y desdén el cambio sin ser conscientes del mismo, ¿qué ironía verdad?.
Todos los contactos espirituales que he mantenido con seres de luz de distintos planos vibratorios coinciden en que el cambio ya se está produciendo, sólo que la humanidad permanece aletargada por un frenesí de emociones y liturgias mentales que dificultan el proceso y la consciencia del mismo.
No obstante, el que muchos no sean conscientes del mismo no significa que no se esté produciendo. Es más, se produce. Nada puede alterar el libre discurrir vibratorio de la Creación y, de hecho, este mundo crece. ¿Pero cómo ser conscientes de ello?.
Todos necesitamos de la meditación contemplativa para que nuestro sistema energético sintonice con el cambio vibratorio que se está produciendo de forma natural y espontánea en este mundo. Tengamos presente que todo lo que los sentidos interpretan por mediación de la mente es sólo una ilusión, un vago reflejo de la Realidad.
Mientras no seamos capaces de distinguir la Verdad de la apariencia, el cambio se producirá sin que seamos conscientes del mismo, luego seguiremos presa del caos y el desasosiego propios de las alteraciones vibratorias en aquellos que permanecen ciegos al cambio.
Si observas con desprendimiento, con desapego, si tu atención está aquí mismo, y si la mente no es capaz de perturbar tu equilibrio, entonces habrá disposición interior para contemplar la Verdad por entre la espesura de la apariencia. Este es el Camino.
Todo se andará, así que no pierdas el tiempo en búsquedas absurdas, pues la auténtica aventura comienza y termina en tu interior. La Verdad se encuentra en nuestro interior, y sólo espera que le prestes atención para serte revelada.
El planeta cambia, y con él todos nosotros, así que no perdamos el tiempo en quejas lastimeras, y sumémonos a la tarea de la meditación contemplativa. Es el momento de sumarnos al cambio vibracional y no de friccionar con él por mera ignorancia. ¡¡¡Despierte y tome partido!!!.