
En toda observación mental se establece una dualidad que hace que la Realidad espiritual como tal quede absolutamente desvirtuada, donde todo lo creado se identifica como bueno o, por el contrario, malo. Así, desde la limitada óptica mental, se establecen estructuras y leyes que delimitan ambos mundos como intransigentes los unos con los otros.
Pero lo cierto es, hermanos...